9.14.2011

DON'T WORRY, BE HAPPY

Hace tiempo que tengo asumido que del poker no voy a vivir. Y no es que no sepa jugar, es que no me vienen cartas, si me vienen no las ligo, y los demás siempre me ganan yendo por detrás.


Y es que lo he probado todo, ponerle huevos y agresividad, jugar solo cañones, mezclar estilos y hasta jugar con la cabeza, y solo he podido llegar a la conclusión que los demás son muy malos. Tanto que siempre me revientan las jugadas.

Creo que este es el pensamiento que tienen muchos campeones que corren por ahí.

Somos muchos los que jugamos a esto, y todos somos demasiado buenos.

Me recuerda a la gente que va conduciendo y tiene un desacuerdo con otro conductor. Los ves a los dos moviendo los brazos, gesticulando y enseñando dedos como si la culpa fuera del otro. Nunca nadie tiene la culpa. Somos todos tan perfectos que no es que no sepamos reconocer nuestros errores, sino que ya ni se nos pasa por la cabeza la posibilidad de que hagamos hecho algo mal. Se tiende a culpar a los demás y evitar la autocrítica.

Hablando del tema de la conducción de vehículos, alguna vez me ha pasado que otro conductor ha empezado a gesticular y hacer aspavientos después de saltarse un ceda el paso, por ejemplo, y unos minutos después me lo he encontrado en la gasolinera. Parece mentira lo que cambia la gente cuando están cara a cara.

He llegado a la conclusión que para tener una conversación sensata, razonada y productiva, no hay nada mejor que el contacto directo. Los chats, los teléfonos o la protección de un habitáculo propulsado por un motor nos vuelve demasiado atrevidos y nos atrofia el raciocinio.

Muchos principiantes usan el chat para recriminar jugadas. Yo considero que eso es un error muy grave.

Primero, porque usando el chat están dando demasiada información. Les transmiten a los demás que no han entendido la jugada, y que la misma les ha afectado.

Segundo, porque tal como he dicho, una conversación por chat no llevará a nada. No se puede razonar y matizar una jugada con otra persona y menos esperar que el otro te diga la verdad.

Tercero porque es una vil pérdida de tiempo que se puede dedicar a analizar el porqué de las cosas. Más veces de las que nos imaginamos, el que el rival haya jugado “mal” a nuestro juicio, lo hemos provocado nosotros mismos.

Y cuarto, porque no tienes que incordiar a toda la mesa si algo te ha sentado mal. Los hombres no lloran.

No cuesta nada ir de buen rollo por la vida. Si queremos vivir tranquilos, nada mejor que dejar tranquilos a los demás. Y si lo vuestro son las discusiones y el ir por la vida buscando follones os recomiendo un tranquimazín cada tres horas y descubriréis que amargarse no sirve para nada.




11 comentarios:

  1. Así me gusta Lechuguito, energía positiva :)


    Cuando menos te lo esperas, va el poker y te sorprende.

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  2. El chat casi siempre lo tengo desactivado.

    Sergi, esto es poker, no ajedrez o tenis. El mejor no tiene por que ganar siempre...

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  3. Lo digo por que hasta yo he ganado alguna vez, imagina... :)

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  4. Lo sé, lo que me parece mentira es que haya quien aún no lo sepa. La vida es maravillosa como para perder el tiempo con discusiones estériles.

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  5. un vez mas un comentario que podria firmar yo mismo. Totalmente de acuerdo como siempre.

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  6. Que boooo Lechu! tens més raó que un sant! Ah! i grandissima cançó

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  7. De la razon que tienes siempre(casi,tampoco nos pasemos!) ya empiezas a dar rabia y todo!
    A ver si no te lo piensas tanto y escribes mas a menudo,que aunque un dia la cagues vamos a seguir teniendo la misma mala imagen de ti!jaja
    Muy buena como siempre!!

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  8. Lechuguito,
    tengo claro que nunca viviré de esto, pero también tengo claro que soy un mediocre jugando al poker. Cuanto mas me meto en esta "disciplina del Holdem" ,me doy cuenta lo mucho que me queda por aprender. El poker en un universo de 52 cartas que aun siendo finito, nos exige una capacidad impresionante, para que por lo menos nos permita abarcar un espacio, en el que nos sentamos medianamente a gusto. Lo malo que ese espacio nos lo estamos saltando continuamente, por ambición , aburrimiento, cansancio,...etc. Y de ahí nace ese sentimiento de resignación que muchas veces nos invade, cuando las cosas van mal. La varianza o la suerte del villano y nuestra incapacidad así como los pocos aciertos , se suman en un cocktail que siempre tiene un sabor diferente. Para mi, ahí esta la gracia. Incluso, últimamente el cocktail, veo que me que me sale mejor....
    Saludos y cuídate
    Jesús

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    From Claudiaporizkova@mail.com

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