Edward A. Murphy fue un ingeniero de desarrollo a quien le debemos la Ley de Murphy. De leyes existen muchas, pero ni la ley de Arquímedes ni la ley de Newton ni la ley de enjuiciamiento civil tienen demasiado que ver con el poker. Al contrario que la ley de Murphy, que parece hecha propiamente para el poker. Aunque esta ley tiene muchos enunciados, la idea principal es que si algo puede ir mal, irá mal.
En el poker tiene que haber alguien que flipe de la suerte que tiene puesto que todos sabemos que en este deporte si alguien pierde dinero, algún otro tiene que ganarlo. Y es que como yo, conozco muchos a los que la ley de Murphy les va como anillo al dedo. Ya he contado muchas veces que creo que la suerte en la vida es inversamente proporcional a la suerte en el juego, al menos en mi caso. No en vano mi HM dice que en el total de manos de torneo el EV me debe un 30%, que para mí y para cualquiera es una barbaridad. Y lo peor es que tengo la absoluta certeza de que dentro de unos años, con el tiempo, al contrario de lo que dicen los expertos en estadísticas pokeriles, este desfase no va a regularizarse, sino que va a ir a más.
Estoy tan acostumbrado que lo veo venir. Cuando llevo dos horas sin ver cartas me viene un cañón que sé de antemano que me producirá una salida rápida aunque no indolora del torneo. Cuando en un torneo vas justo y esperas la mano salvadora acostumbra a pasar que tus ases se ven superados por los seises del chiplíder de turno.
Ser un jugador tight es bastante sufrido. Mientras que los más loose tienen un equilibrio mayor entre dar y recibir.
Hay días que me las dan tan numerosas y tan seguidas que aún con mi carácter tranquilo es difícil mantener la calma. El poker es un juego difícil, pero si eres un cenizo puede resultar una agonía.
Y no me invento nada, en toda mi vida no me ha tocado absolutamente nada ni en un sorteo, ni en la lotería, ni en un concurso. Hace poco me tocó un Ipod en la LEP, y encontré normal que luego se fuera al carajo la LEP con multitud de gente afectada con premios que no se recibían. Al final después de toda la movida he acabado recibiendo el Ipod, así que supongo que esta será la excepción que confirma la regla.
Si aún así gano dinero con el poker supongo que es la prueba definitiva que en el poker no solo influye la suerte.
La ley de Murphy es la explicación de muchas cosas que pasan en las mesas. Y cuando eso pasa, el mismo Murphy nos da la solución con su máxima sobre el optimismo: “Sonríe…que mañana será peor”.
Me encanta como expresas esas sensaciones que con tu permiso hago mias :)). Haciendo frases hechas..siempre nos quedará Las Vegas ;))
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