SER UN FISH O PARECERLO, SUTIL DIFERENCIA

Hay demasiados creídos en el poker.
Panolis que se han leído unos libros y dominan y disfrutan el lenguaje pokeril, y acostumbran a hacer comentarios sobre el juego de otros jugadores creyéndose los amos del cotarro. Lo curioso es que estos elementos juegan en los mismos niveles que los fishes, que es como les gusta llamar a los jugadores que según ellos son malos. Y además, acostumbran a hacer ejercicio de crítica cuando pierden contra un fish, no cuando ganan. El poker es como es, y hay sitio para todos. Y la experiencia ayuda bastante, con lo que estos defensores del juego según odds y rangos, tendrían que preocuparse más del porqué un fish les ha ganado y mejorar su propio juego.

Es verdad que hay gente que juega con el Ass ( culo en inglés ), y he visto en las mesas verdaderas burradas. Pero también es cierto que yo mismo he hecho burradas en las mesas. Que en el Internet online no se pueda observar a los demás jugadores crea una falsa imagen de los rivales. Uno cree que los demás están como él, sentados frente al ordenador, centrados en el juego, intentando ganar cada mano, y la realidad es que hay muchas situaciones que no se te pasan por la cabeza y que explicarían perfectamente el mal juego del otro:

Hay quien empieza el torneo y a medio torneo le llama la mujer a comer. Pacoooooo! Que la cena se enfría!! Un momento, ya vengo. Ni qué momento ni qué leches!! Paco, ven ahora mismo o te quedas sin “postre”!!! Allin con any two y a la calle. O peor, empiezas a ganar allins con 26, 74, y 2J, y la mesa empieza a cabrearse con tu juego de allin a cada mano. Y te cae el insulto.

Sabes que tienes una hora libre, y empiezas un torneo para matar el tiempo. La cuestión es que te va bien, y vas chipleader. Pero en cinco minutos tienes que irte. Y empiezas a jugar a lo loco, para divertirte.

Estás en un torneo flojo de chips, te quedan unas 15 ciegas, con lo que no hace falta un allin urgente, pero tienes un apretón salvaje y sabes que si vas al baño, cuando vuelvas, no quedará nada de tu stack, con lo que doblarte, te daría tiempo de ir a defecar y volver siguiendo vivo en el torneo. El apretón es de una urgencia inmediata, y no puedes perder minutos esperando buenas cartas, así que confías en la suerte y tu T3.

Te apuntas a un freeroll, pero es uno de esos de 10000 jugadores, donde solo cobra el primero. Te lo tomas como un ensayo, y te dedicas a probar cosa que en la vida harías en un torneo serio.

Estás jugando y haciendo otra cosa a la vez. Todo el mundo sabe que los hombres no tenemos capacidad de hacer dos cosas a la vez, con lo que os podéis imaginar como puede ser el poker contestando al teléfono, por ejemplo.

Luego están los que juegan en 16 mesas, y encima chatean, los missclicks están a la orden del día.

Los que practican sexo mientras juegan.

Los que juegan mal por joder.

Los que juegan mal por diversión ( si, jugar mal puede ser divertido ).

Los que tienen una mosca cojonera que no les deja tranquilos.

Los que se quedan sin batería en el portátil y allinean a lo loco antes que se les agote del todo.

Los que las caídas de conexión les ponen tan nerviosos, que van a saco cuando están conectados.

Los que juegan borrachos.

Los que juegan drogados.

Los que juegan sonámbulos.

Los que juegan sin haber dormido los tres últimos días.

Los que se han dejado el ordenador encendido con la partida a medias para ir al baño, y aparece su hijo de 5 años y empieza a pulsar botones y a darle con el ratón.

Los que tienen doble personalidad y a medio torneo se convierten en el loco descerebrado que no tendría que haber aparecido hasta las nueve de la noche.

Tantos, tantos motivos que hacen que un jugador juegue mal, que más vale que tengáis cuidado con etiquetar a un jugador como un fish, ya que la próxima vez que os lo encontréis, os puede destrozar.