LOS HOMBRES NO LLORAN

Hace ya un tiempo que juego al poker. El suficiente para saber que los badbeats forman parte del juego.

Recientemente leí un artículo de Rosa Cibeles donde ironizaba con lo plastas que podemos llegar a ser algunos jugadores de microlímites contando nuestros badbeats. Y la verdad es que es ciertamente y certeramente cierto.

Hace ya un par de meses que me sorprendo a mi mismo admitiendo los badbeats como algo inevitable. Incluso hay algunas salas donde me sorprendo cuando no se producen.

Supongo que la calidad de un jugador se puede medir de muchas maneras. Hay quienes se fijan en sus ganancias, otros en los grandes eventos ganados, otros son partidarios de fijarse en la forma de jugar, etc...

La calidad es muy difícil de cuantificar en este juego, y más aún cuando el que califica a otro suele ser tan fish como él.

Pero hay una forma de ver si un jugador tiene gran experiencia detrás.

Me he fijado que los jugadores experimentados no hablan nunca de badbeats. Hablan de jugadas.

Y los pobres fishes como nosotros demostramos como siempre que somos tontos.

Hay foros donde puedes escribir cualquier duda y siempre te sale el típico talibán del poker que te responde con prepotencia. Lo mejor de todo es que estos sabelotodos que llevan un par o tres de años en la pecera, pueden criticar a muerte una jugada hecha por un principiante, en cambio si les pones la misma jugada cambiando los stacks y los nicks de los jugadores por otros de jugadores conocidos, te comentan la misma jugada como un prodigio y un despliegue de habilidades, justificando cada uno de los movimientos del superpro de turno.

A lo que me refiero es que la mayoría de jueces que corren por los foros y los chats no llegan a sardinas. Y estas sardinillas se dedican a despedazar a los que empiezan e idolatran a los que ya estan de vuelta.

Y mientras tanto, que hacen los pros? Pues van a lo suyo, que es ganar dinero.

A un profesional no le verás en un foro destripando la jugada de un microlimitero. Ellos se dedican a jugar o crean sus escuelas y asesoran a los que les reportan un beneficio.
Y por descontado, no pierden el tiempo hablando de badbeats.

Por tanto, este es un mundo donde sobran los enteradillos y en los que a veces falta respeto para los que empiezan.

Pero todos queremos llegar a pros, y lo mejor es ir a por ello con humildad, ayudando de corazón si realmente queremos hacerlo, que de malos rollos ya hay suficientes en otros deportes como el fútbol, por ejemplo.

Y dejemos ya de llorar, que de badbeats van a haber siempre y es hora de crecer.

Precisamente cuando alguien se queje de una jugada vuestra, o os diga que sois unos fishacos por el chat, pensad que el pobre hombre no tiene demasiado nivel, ya que uno que lo tiene, no se queja. Sabe lo que hay.

Entiendo que la frustración de un badbeat importante a veces necesita un desahogo, pero para ello hay métodos suficientes y diversos a mano como para no tener que agobiar a los demás.

El mejor es practicar sexo. Si no se dispone de pareja en las cercanías, siempre hay sex-shops donde comprar infinidad de productos para el desahogo personal.

Y en caso de preferir otra vía, se puede recurrir a la solución fácil del cojín. Lanzar o atizar un cojín tiene dos ventajas sobre lanzar o atizar otra cosa, y es que por un lado difícilmente nos haremos daño, y por otro, tampoco vamos a provocar daños que luego nos cuenten dinero.

Yo como soy precavido, cuando estoy jugando al poker, lo hago en el sofá, donde dispongo de 5 cojines a elegir. Hay uno de gordito que lo uso para los peores badbeats.

Antes he dicho que para ello prefería el sexo, pero cuando mi mujer me oye gritar y deduce por mi estado que he recibido un badbeat se encierra en el baño. Qué le vamos a hacer...

Yo por si acaso, no voy a quejarme nunca más de un badbeat. Puede que no llegue nunca a pro, pero al menos en esto me voy a parecer a ellos.