MALDITOS BASTARDOS Parte 1ª

Plagan los chats de las salas de poker una serie de jugadores que no saben callar. Precisan hacer uso del chat para opinar o decir lo que les da la gana.
A veces por ofender o desahogarse y a veces por liberar sus ansias incontenibles de filosofar sobre lo que sea. La mayoría de veces a los demás les importa un cagarro lo que estos jugadores tengan que decir. Por lo que con el trabajo que cuesta escribir, más valdría perder el tiempo en concentrarse en el juego.

Para mi existen tres clases de jugadores usuarios de chat que me molestan. No mucho. Solo como una mosca que te la sacudes y a otra cosa. El título de este post va dedicado a los terceros, sobre los que trataré en la segunda parte.
Hoy os cuento lo de las dos primeras clases, los “maestros” y los “profesionales”, así entrecomillado para que se note que es en tono irónico.

Los “maestros” son esos que llevan un largo currículo de poker (unos dos o tres meses, a veces hasta cuatro o cinco!) y juegan mayormente freerolls. Son los usuarios por derecho de frases tan famosas como “como me haces call con eso”.
Ellos han leido un par de libros y tienen algún amigo “pro” (que supongo le vendrá de promiscuo) con el que hablan y este “maestro” ha llegado a la conclusión de que es un hacha en el poker y que los demás juegan fatal. Y siempre siempre, les eliminan de badbeat. Aunque para ellos un badbeat puede ser perfectamente perder 22 vs AK un 55/45.
No dudan en dejar ir su comentario ante una jugada que ellos consideran mala, dando toda una lección de qué se puede y qué no se puede hacer.
La única pega que tienen es que su conocimiento es tan limitado que ignoran que una jugada está llena de matices y puede verse desde diversas perspectivas.
Si uno hace push con K4, es un fish. Ni se han parado a pensar que a lo mejor al pobre chaval le quedan dos ciegas, o que existe una cosa en el mundo del poker a la que se le llama vulgarmente “farol”, solo por poner un ejemplo.
No entienden que pueda haber gente que juegue mal, olvidando que hace unos meses ellos mismos desconocían si el color le ganaba a la escalera.
De estos simpre habrá, ahora solo falta que además de poker, les enseñen para qué sirve el chat

Luego están los “profesionales”. Estos llevan ya una larga carrera que supera siempre el año de experiencia. Son buenos jugadores que de vez en cuando ganan algún torneo.
Estos jugadores desprecian la forma de jugar de sus adversarios, ya que para “buenos” ya están ellos.
Han dejado atrás las frases que dicen los “maestros”, y las han sustituido por pequeñas puyas insustanciales que dejan entrever pero que no dicen nada como “en fin…” o “lo que hay que ver…”.
De esta forma expresan su disconformidad con quien los elimina, jugando mal eso sí.

Estos ya entienden que no todos tenemos el mismo nivel, pero creen que nadie está al suyo.
De estos me encuentro yo con algunos habitualmente y por sus comentarios deben creer que los demás no tenemos memoria. He visto jugadas espeluznantes de estos que dicen jugar tan en serio. El problema es que no recuerdan sus propias jugadas horrorosas, memoria selectiva creo que se llama.
Si alguien hace un allin con cartas dudosas, juega lotopoker. Si lo hacen ellos, es “guerra de ciegas”.
Si alguien hace un call horrible es un fish. Si lo hacen ellos, es porque “estaban commited”.
Todos hacemos jugadas similares, y ellos quieren ver lo que les apetece, y son libres de hacerlo, pero lo tienen que hacer por el chat?
Debe de ser frustrante ser tan bueno y no poder hacer valer el dicho de que “a la larga” gana el que más sabe. A lo mejor es que no son tan superiores a los demás como ellos creen?
Aún no entiendo como a estos “profesionales” aún no los ha fichado nadie. Será porque la buena imagen que dan como jugadores la pierden por el chat? ….

Con tanto tiempo jugando al poker se debe de asumir que de jugadas que nos disgusten vamos a ver varias cada día. I de alguna forma les tendría que entrar en el melón que no vale la pena perder el tiempo riñendo a los demás, o se creen que les devolverán las fichas?

Mi consejo ante estas dos clases de jugadores es no responder, lo más adecuado es el silencio. No perder el tiempo en debates estériles, ya que no vamos a cambiar su forma de ver las cosas.

En la segunda parte os hablaré de la tercera clase los “malditos bastardos” y de una cosa muy curiosa que me pasó con uno de ellos y una sala que lo acabó de liar todo. Del maldito bastardo no diré su nombre para no hacerle publicidad y de la sala tampoco porque algun empleado de la misma queda bastante mal parado, aunque os daré una pista, es una sala que ahora está empezando a sonar mucho y cuyo nombre empieza por “azar” y termina por “tia”. Los más perspicaces ya os habréis hecho una idea. Hasta la próxima!