LOS TIEMPOS CAMBIAN

Los tiempos cambian. Antes, pongamos por ejemplo en la Edad Media, ser alto y corpulento era una ventaja. Los caballeros grandotes intimidaban y causaban respeto. Su mayor fuerza y envergadura era una ventaja en las batallas, que en esa época eran frecuentes, y eran el tipo de machote que les gustaba a las doncellas.


Hoy en día, a pesar de que en general los hombres altos y grandotes son muchos mas que antes, la vida para ellos es mucho mas difícil. No hay batallas, desde que se inventó la pistola no hay hombres valientes y en la vida moderna todo tiende a reducirse y estandarizarse. Hay teléfonos móviles donde es imposible tocar una sola tecla si tienes algo más que piel y hueso en las manos. Encontrar ropa, sobretodo en las rebajas es una odisea. No hay ninguna camisa que no quede corta de mangas. Y a veces el hecho de acuclillarse a recoger algo implica tener que coser los pantalones o tirar la camisa.

Ya no hablemos de entrar en un automóvil. Normalmente no vale cualquier coche. Hay que buscar alguno en que se puedan bajar lo suficiente los asientos para no estar todo el tiempo dándole al techo con la cabeza. Por no hablar de tener la puerta todo el rato empujándote hacia el centro del habitáculo. Ya no hablemos de poner las piernas en una extensión mas o menos decente.

Y con las mujeres lo mismo. Ahora ya no buscan al semental dominante que les proporcione hijos fuertes y sanos, sino que se fijan mas en el dinero, en que sea sensible y que se depile, o en otras pijadas por el estilo. A lo mas que llegamos los de largos brazos es a ser requeridos cuando de bajarles algo del armario de arriba se trata. A si, que también nos quieren para hacer las mudanzas. Eso de bajar la nevera desde un cuarto piso no es para los hombres sensibles. Eso es para el mulo. Y lo que es peor, que la que tiene un mulo por marido, lo presta a las amigas. Pero no para follar como bellacos, no, sino para hacer las mudanzas.

¿Y qué pasa cuando el grandote es un ser sensible como yo? Pues que se le discrimina. Las apariencias son de lo mas engañosas. Mas de una vez he bajado del coche para tener un intercambio de impresiones con otro conductor y el otro al verme ha salido pitando. Y eso que siempre lo hago con una sonrisa para dar a entender que voy en son de paz. Pero cuando me ven, dejan de gesticular, se les pone cara de espanto y se largan sin dejarme tiempo de decir ni pío. Y eso es duro. No por ser grande voy a liarme a hostias siempre. Tengo suficiente vocabulario para hacerme entender hablando, coño. Las ostias solo vendrán si el otro es lo suficientemente burro para no entenderme.

Como siempre ya estoy divagando y me aparto de lo que cuenta.

Como decía, los tiempos cambian y creo que el poker está en ese momento. Es una opinión personal, pero últimamente vengo observando que está llegando un punto en el que ser agresivo va a ser EV-.

Detecto que la creciente publicidad sobre el poker por una parte y las escuelas de poker por otra, se están cargando la supuesta ventaja de ser agresivo.

Para mí eso se debe a que las escuelas, todas ellas, recomiendan la agresividad. Ellas dicen que es porque ser agresivo es mejor. Yo digo que es por cuestión de rake. Pero bueno, es como todo, unos dicen que las salas son trigo limpio, los árbitros son imparciales, los políticos son honestos y altruistas, Dios existe, la cerveza engorda o AK es una mano Premium. Yo digo que no. Y si el mundo fuera justo se respetaría mi opinión como tal, no solo porque los que somos grandotes solo podemos decir tonterías.

Bueno, pues estábamos con la agresividad del jugador de escuela. Luego está el ludópata que viene atraído por la publicidad. Si juntamos a los dos en una mesa la acción está asegurada, y si en la mesa hay tres jugadores de escuela y cinco ludópatas de los que quieren ver el flop a cualquier precio, me da que ser tight es lo único que nos queda.

Ha llegado un punto que casi nadie limpea. Todos hacen siempre apuestas de continuación. Así que ser agresivo va a quedar desfasado. Para qué hacer tú el trabajo cuando sabes que te lo van a hacer los demás.

No se, es una opinión personal de que tendrían que salir más artículos sobre como aprovechar la agresividad de los demás. Y cortarse un poco uno mismo por el bien del raciocinio y la salud mental.

Estos días he estado probando algo de cash y he comprobado que no se juegan flops. Si quieres ver un flop tienes que jugar en NL5. Allí los vas a ver todos, pero a partir de NL50 no ves ni uno. O si lo ves es jugándote la caja preflop. Eso también será poker, pero es aburrido de narices. Parece una competición de quien sube antes. O sea, que el que está en UTG gana.

Últimamente estoy en un punto raro. En esta vida es esencial tener las cosas claras y saber lo que se quiere. Pero mi relación con el poker está en un momento en que no se lo que quiero.

Hay días en que me lo paso bien hasta que me empiezo a aburrir. Y hay otros en que no me apetece nada jugar. Por no hablar del blog. Tampoco escribo porque aunque podría escribir de muchas cosas de las que me apetece hacerlo, ninguna es de poker. Podría escribir sobre la paternidad, sobre motos, sobre cosas de la vida, y sobre mujeres y sexo podría llenar cinco blogs como este. Pero sobre poker estoy saturado. Si tuviera un nivel podría explicaros como jugar tal o cual estrategia, pero a lo mas que puedo llegar es a explicaros la forma de retrasar la eyaculación sin tener que pensar en tu abuela o en la pintura del techo.

Un sit&go con los amigos donde lo mas importante es vaciar las cervezas de la nevera antes de que caduquen es lo que mas me divierte ahora mismo. Jugar con amigos. Internet nos quita esto.

Adquirir responsabilidades siempre te quita tiempo para los amigos. Así que los que aún sois muy jóvenes, aprovechad para jugar con amigos. Sin estrés. Ahora mismo es lo que mas me apetece. Porque mis amigos han aprendido a apreciarme en su justa medida. Aunque sea grandote.


Y para terminar la canción mas conocida de Los Suaves. Esto es lo que pasa cuando mezclas a un gran poeta con un gran grupo de rock. Si fuera de Bisbal hubiera estado 15 años en los 40 principales. Pero es que hasta en eso cambian los tiempos. Ahora se prefiere lo prefabricado a lo auténtico.