4 EL/LA DEFINITIVO/A

Estoy vago. Ya me pasa de vez en cuando que no me apetece escribir. Y no es que no tenga nada que decir, simplemente es que prefiero hacer otras cosas.

A veces me pasa esto mismo con el poker. Sobre-todo cuando tengo una semana mala. También me pasa con el trabajo, aunque en este caso me pasa desde que tenía unos 16 años y aún no se me ha pasado.

De lo que no me canso es del sexo. Parece mentira como funciona el cerebro de los hombres. Es como una avaricia desmedida que por mucho que tengas, quieres más.

Y ahora tengo un problema gordo. Mi mujer está buena.

Muchos no veréis problema en ello. Pero yo estoy acojonado.

Como muchos sabéis tengo tres hijos varones. Como diría Gollum “mi tesoro”. Pero estoy recibiendo presiones para ir a por la niña.

No es que no me guste la idea. Eso de que en casa te den barra libre y a lo loco es de cine, y una niña sería como un sueño, pero todo trae consecuencias. Y los niños son la felicidad absoluta, pero quieras o no, dan trabajo.

Me gusta no hacer nada. Y hace unos años que no puedo practicarlo. Encima, gracias al poker duermo poco.

Tener otro hijo/a representa alargar mi jubilación 4 o 5 años más.

En estos tiempos de crisis, da un poco de miedo procrear así a lo bestia, pero no hay mal que por bien no venga y al menos hay una en casa que se va a hartar de rabo hasta el día del juicio final. Y como decía mi padre, ya pensaremos en como solucionar los problemas en cuanto los tengamos.

Espero que el poker se apiade de mí y me dé un buen pinchazo para volver a comprar pañales.