NO NOS ENGAÑEMOS, EL POKER ES SUERTE

Cuantas veces hemos oído eso de que en el poker los buenos jugadores “a la larga” ganan. Eso de “a la larga” es muy relativo. Y es un gran consuelo cuando se pierde una caja ante un primate con 62 que liga color runner runner.

Pero vamos a analizar seriamente varios matices de la suerte en el poker.
Es evidente que un buen jugador de poker tiene cierta ventaja sobre uno malo (que quede esto claro), por lo que el juego ya no se trataría de suerte pura, pero aquí interviene la imperfección del ser humano. Un jugador bueno juega con el miedo del otro, con sus emociones y le induce al error, cosa que puede mitigar la influencia de la suerte, pero no la elimina. Por decirlo de alguna manera, si el jugador malo tiene escalera Real, difícilmente el jugador bueno va a conseguir que se tire del bote.

Con la nueva hornada de jugadores que la presencia en los medios nos trae, cada vez más, nos encontramos con animales que van allin preflop con any two y ganan, y no olvidemos que la peor mano tiene un 11% de probabilidades de ganar a la mejor, con lo que no hace falta una suerte exagerada para ganar con cualquier par de cartas.

Sí, es cierto que la habilidad nos ayudará a ganar muchas manos, pero siempre gracias a que la suerte no ha ayudado suficientemente al otro.
Por tanto, podemos decir que la habilidad influye muchas veces de forma desequilibrante en el discurrir de una partida de poker, ya que el número de las veces que alguien se ve ayudado por el flop de una forma casi definitiva es muy bajo, pero claro, eso lo decide la suerte. Una vez la suerte ha decidido, nuestra habilidad debe hacer el resto, pero a veces la potra de alguno ya no deja lugar para la habilidad.

A mi me gusta el poker, me gusta el ajedrez, me gusta ir rápido en moto y me gusta el sexo. Y creo que todas estas cosas se me dan bien. La que menos el poker.
Y estoy seguro al 100% que si juego diez veces al ajedrez con Gary Kasparov, voy a perder las diez veces.
Si corro diez carreras contra Valentino Rossi, voy a perder las diez carreras.
Y si tengo que hacer el amor con más mujeres en un día que Rocco Sifredi, lo llevo crudo, ya sin contar la diferencia de tamaño, a mi favor, claro. Lol.

Cualquier tonto le puede ganar una mano a Phil Ivey. Pero voy a ir más allá, si juego diez heads-up con él, alguien me puede preveer el resultado? Lo más probable es que me gane casi todos, pero alguien se apostaría su fortuna a que no gano ninguno? Yo estoy casi seguro que alguno ganaría, y no yo, sino cualquiera. He aquí que se demuestra que en el poker la suerte es esencial.
Imaginaos que estoy enfrente de Phil Ivey con dos ases, y el flop me trae dos más. Entonces él, con esa cara de zombi que asusta me empuja su resto al centro, con seguridad, aparentando suficiencia, con arte, intentando manipular mi pensamiento y que las dudas afloren en mi determinación…creéis realmente que me voy a tirar? Ni Phil Ivey ni qué cojones, tengo un poker de ases que el azar me ha deparado y con este monstruo de mano, no respeto ni a mi madre!
Esta situación es totalmente impensable en el ajedrez por ejemplo. Ni yendo Kasparov drogado hasta las cejas de morfina y de espaldas al tablero lo podría ganar.

Más ejemplos, solo hace falta ver esos programas que están de moda ahora donde gente que no ha jugado en su vida al poker, se mezclan con profesionales, y les ganan. Por suerte, claro!
Y eso nos deja una pregunta: Será que la suerte es sólo importante, o es realmente lo más importante?

La prueba definitiva nos la da el cálculo y la lógica (por decirlo de forma que suene bien), que no la estadística.
Una vez, discutiendo con un amigo, hablábamos de si es correcto ver un allin en el flop si se tiene proyecto de color máximo. Yo hice el siguiente cálculo con números redondos para hacerlo fácil:
Nos vale un corazón, hay cuatro palos o sea que nos vale un 25% de las cartas, quedan dos por salir, por tanto es una moneda al aire, tenemos un 50% de posibilidades de ganar.
Él me dijo que no, que no se podían sumar los porcentajes. Que teníamos un 25% en el turn, y un 25% en el river. Y que eso, en el global de la jugada no iba más allá de un 27% o así.
Según he podido leer en algunos artículos, parece que la razón la llevaba él, por lo que se desprende que en estos menesteres, se debe ir carta a carta y mano a mano, por lo que eso de “a la larga” que dicen algunos sobre el poker, pierde todo el sentido. Ya que cada mano es diferente y recibimos las cartas por azar, y si la suerte se empeña en darnos siempre las cartas que no ligan nada, vamos a perder siempre.
Es improbable, pero no imposible. Y es inútil que seamos muy buenos jugando, calculando y mintiendo. El tonto de los ases nos va a ganar, queramos o no.

Por suerte para nosotros, la suerte no es tan caprichosa como parece, y de vez en cuando, nos da vidilla y deja que ganemos nosotros o como mínimo, permite que de vez en cuando juguemos al poker.

Hay muchas cosas intangibles en este mundo que hacen que sea maravilloso, aunque algunas son verdaderas y otras no, lo que hace que mucha gente ande confundida.
Os voy a contar un secreto: Dios no existe, la suerte sí.