Una vez asumido esto, os explicaré mi teoría sobre el estudio del contrario. Aunque éste es esencial en el póquer en vivo. Discrepo con los grandes maestros en que sea importante en el póquer online.
Un intensivo control de nuestro propio juego es más que suficiente para ganar online. Si no cometemos errores, nos es indiferente si el contrario es agresivo o ha tomado té en el desayuno.
Por mi corta experiencia, he deducido que el estudio del contrario es a veces hasta contraproducente en torneos online. Valga comentar que mi experiencia se basa sobretodo en freerolls.
Es un hecho común, que a veces calificamos a un jugador como muy agresivo, incluso maníaco. Uno de esos que tienen un interruptor, o suben casi siempre allin, o no van (casi nunca). Vemos lo que están haciendo, sabemos que roban, que suben con nada, que juegan mal. Pero en el momento que tenemos unas buenas cartas, le hacemos frente y acabamos fuera del torneo. Es un hecho probado, cuando vemos la subida de un maníaco, siempre, siempre, lleva mano.
Por tanto, el juego se tiene que interiorizar. No intentar leer tanto al contrario, que solo hace falta una mala lectura para acabar fuera.
Los manuales nos explican que hay que ir cambiando el sistema de juego, para que no nos lean, si suponemos que todo el mundo juega bien, no hace falta molestarnos en leerlos, las lecturas no no servirán al cabo de unos minutos. Nos haran cometer errores.
Claro que yo no me ajusto totalmente al modelo que propongo. A veces intento leer a los rivales. Pero precisamente por eso escribo este artículo. Siempre me ha ido mejor jugando sin querer saber más que lo que hay sobre la mesa.
La estrategia vendría a ser la siguiente exagerando un poco:
Preflop
AA – subir
El resto – precaución
Postflop
Si en el flop ligamos nuts – subir
Si se liga pero no nuts – precaución
Si no se liga – tirarse
Faroles – nunca
Con esta mano nos importa un bledo si el rival es Tight-Agressive, o el oso Yoggi.
Esto es muy a grosso modo, evidentemente se tiene que adaptar la estrategia a cada jugador.
Ya lo dicen, a veces los árboles no nos dejan ver el bosque.
En el próximo artículo y para seguir llevando la contraria a las voces expertas, os hablaré de las ventajas de ser un limper.