Para desestresar del poker hace un tiempo que juego a World
of Tanks. Un juego online de estrategia y juego en equipo que básicamente trata
de ir con un tanque por esos mundos de dios pegándole cañonazos a los del
equipo enemigo.
La verdad es que el juego en sí está bien, pero como en
todas partes hay chat. Y parece que los chats atraen a tarugos. Parece mentira
que no hay lugar en internet donde el anonimato no alente a cuatro niñatos a
dejar patente su ignorancia y poca educación. Por no hablar del foro, donde la
gente habla de sus estadísticas como si de algo importante se tratara. Y ojo, ¡que
en este juego no te juegas el dinero! (valga la redundancia).
El otro día en televisión les preguntaban a unos jóvenes
sobre Argentina, y ni sabían situarla en el mapa, ni aún menos sabían cual era
su capital. Veo claro que las reformas educativas de los últimos tiempos han
ido destinadas básicamente a aborregar y a analfabetizar a la gente. Solo así
se entiende que en este país tengamos los políticos que tenemos y los
aguantemos sin quejarnos más allá de las tertulias del bar.
Jugué una liga inglesa de poker y daba gusto el ambiente
entre los participantes. En una liga portuguesa lo mismo. Aquí, aparte de las
de Tusbonos donde todos nos conocemos, parece que vivamos en un país donde la
envidia, la rabia, o la ignorancia guíen a algunos a ponerse en evidencia. Con
lo bien que se vive sin tener el trabajo de odiar a los demás.
Niños, hay que tomarse la vida con calma. A veces, cuanto
más sencillas son las cosas, mejores son.